Quiero escribir entradas así como las de la Gala, en la que escribe un montón de cosas, pero que al final igual tienen sentido. Ya sea la historia de su semana o lo que piensa acerca de algo determinado. Yo no soy capaz de hacer eso, porque a) pienso mucho lo que escribo y porque b) cuando quiero traducir lo que pasa por mi mente en palabras sin revisar lo escrito, las cosas no suelen tener sentido.
Bueno, en esta semana no han ocurrido sucesos demasiado interesantes, pero hay cosas que me han ocurrido que me tienen en este estado de calma en este momento.
Comencé la semana enterándome de las notas que he obtenido en las últimas pruebas y controles, y la verdad es que no podría estar más contenta. Con solo un rojo en mis notas, el resto no baja del 4.9, lo que es genial, y me tiene tranquila por ahora. Me he podido dar pequeños lujos como faltar a algunas clases para pasar un tiempo más agradable y con mejor compañía♥ que mi pesado bolso con cuadernos y, a veces, laptop. Y cuando no estoy en clases mi estudio es más relajado y no es el bombardeo de materia que sentía que era antes. Aparte, en mi tiempo libre, me he puesto al día con las series (aún estoy en eso) y he visto varios vídeos en YouTube que tenía pendientes (faltan todavía). Tuve una prueba el miércoles, así que recuperé hoy la hora del entrenamiento (como entrenadora) en el Español al que no pude ir ayer, y fue una hora mucho más llevadera que otras veces en que las niñas no se comportan y termino forzando mi voz para que me escuchen. Se viene: Doctor Who reference.
Bueno, pero lo que más ha marcado mi semana es un libro. Como ya sabrán, me gusta mucho leer, aunque no leo mucho. Sí, quizás, bastante más que varios universitarios de primer año como yo (de literatura, estamos hablando), pero no soy una gran lectora. No soy una gran conocedora de los grandes autores latinoamericanos o mundiales. Clásicos para muchos, muy probablemente, no los he leído (y es posible que ni sepa quiénes son). Pero no por eso mi pasión por la lectura es menor. Cada libro es como un lugar y tiempo distinto que puedo configurar en el Tardis de mi mente y eso es lo que me fascina. En lugar de hacérseme tedioso el largo viaje a mi casa, es un placer, ya que es el momento del día en que puedo distraerme sin culpa (ya que difícilmente puedo hacer otra cosa más productiva en el concurrido metro). Esta semana y la pasada he estado leyendo The Fault in Our Stars (John Green, un genio). Es una de esas historias que te hacen reír y llorar. Más de una vergüenza me ha hecho pasar riendo a carcajadas en el metro o la micro (y hasta una vez en clases). Pero la verdad es que es una historia más bien triste, pero contada de tal manera que no me hizo sufrir en ningún momento... como ha pasado con aquellas historias desgarradoras que existen. Yo la disfruté de principio a fin. Además mi ser literariamente un tanto masoquista me dejaba en pausa los mejores y peores momentos para luego hacer otra cosa, como ir a entrenar o trabajar. Me pasaba cada segundo libre del entrenamiento pensando en Hazel Grace y en Augustus. Terrible (y genial). Quizás es producto de haber estado leyendo un libro tan largo antes y con tan poco frecuentes acontecimientos en la línea principal de la historia (algo importante en 10 páginas y luego 70 de otras historias anexas) que ahora este libro es como si estuviera lleno :)
Era muy obvia.
Bueno, no sé si tengo mucho más que decir. Pienso que por ahora, me despido. Que tengan un lindo fin de semana largo. Espero postear algo más en este fin de semana.